Los niños tienen mejores resultados académicos, más salud emocional y menos problemas de comportamiento; los padres pasan más tiempo con los hijos; los adolescentes tienen menos riesgo de fumar, beber, drogarse e implicarse en sexo prematuro; los jóvenes tienden a ser más religiosos; el hogar es más seguro; las madres crean un mejor ambiente doméstico y sufren menos abusos y violencia.

Estos son algunas de las conclusiones que se pueden constatar en la web www.familyfacts.org