Cien mil tarjetas postales dirigidas al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, le hicieron sentir, junto a tantas otras expresiones de la mayoría de los españoles, el total desacuerdo que el proyecto de Ley de Educación encuentra en la población. Se solicita al presidente que no restrinja la educación religiosa en las escuelas, haciéndola una materia no evaluable ni computable, y que no se imponga la asignatura de carácter ideológico-partidario Educación para la ciudadanía. Al menos - se solicita - que el Gobierno convoque un referéndum para saber si los españoles desean o no esa Ley.
El Ministerio de la Presidencia, en 1-12-2005, respondió que "se estima que esa reforma no precisa ser refrendada por los ciudadanos"...(sic).