La corrosión del instinto de protección a los hijos y familiares
El fenómeno de la violencia en el ámbito doméstico o familiar, que año a año crece en nuestra sociedad, es, sin duda, uno de los delitos que más horrorizan. En España tuvimos 27.019 denuncias sobre estos malos tratos en el año 2001, según memoria de la Fiscalía General del Estado[1]. De enero a septiembre de 2002 ya se había contabilizado una cifra proporcionalmente mayor en un 17 por ciento: 22.826 denuncias[2].