¿Oyó hablar de la Medalla Milagrosa?

      ¿La Medalla Milagrosa le traerá suerte?
     No se trata de eso. Ella no es un talismán. Es otra cosa; ¡muchísimo más! Es una tabla de salvación para este mundo que zozobra. Ver
     A ella está asociada una promesa de la Virgen según la cual "los que la lleven recibirán grandes gracias".
     Numerosos son aquellos que obtienen milagros, conversiones y curaciones inexplicables.
     ¡Empiece entonces a llevarla siempre con Ud. y verá cómo la Virgen la protegerá de todos los peligros espirituales y materiales! Quiero recibirla.
     Nuestra Señora de las Gracias, con las manos abiertas, de las cuales salen rayos de luz, da la impresión que mira para cada uno de nosotros, con pena y compasión, nos anima y nos transmite confianza de que nos protegerá.
     Parece que la Madre de Dios y nuestra Madre entiende nuestro sufrimiento, nuestra insuficiencia, nuestra pequeñez y quiere ayudarnos. Ella prometió abundantes gracias a quienes usen la Medalla Milagrosa y recen la jaculatoria ¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti!
     Todo comenzó en el año 1830, en un sencillo convento de la Rue de Bac, en París, cuando la Virgen se manifestó a la hermana Catarina Labouré.
     Así ella lo describió: "No sé cómo expresarme para decir lo que experimenté y lo que pude ver; la hermosura y el brillo de los rayos de luz tan bonitos… ´son el símbolo de las gracias que derramo sobre las personas que me las piden´" (le dijo la Virgen).
     "Entonces se dejó oír una voz que me dijo: ´Haz acuñar una medalla según este modelo; todas las personas que la lleven, recibirán grandes gracias. Llevándola al cuello las gracias serán abundantísimas para quienes la usen con confianza´".  (Ver).
      El número de curaciones espirituales y materiales obtenidas a través de la devoción a la Medalla Milagrosa es incontable. La más famosa y sorprendente de las conversiones de los últimos siglos se debió a ella. Se trató de Alfonso Ratisbona, ocurrida instantáneamente al visitar la iglesia de Sant´Andrea delle Fratte, en Roma, el año 1842.
      La Virgen no le habló cosa alguna, pero "había entendido todo", contó Ratisbona.
      Solicite su Medalla Milagrosa y pida para regalar a personas de su familia, amigas y conocidas. Ella traerá mucha paz, comprensión y mutua estima a las familias. No tengo duda que obrará conversiones y hasta milagros, si la llevamos y la difundimos con piedad y fe.
                                                                                         Fernando Larrain Bustamante
      Presidente

 

 

Hágase amigo

Dónde estamos

Dónde estamos

DondeEstamos 
   
We use cookies

Usamos cookies en nuestro sitio web. Algunas de ellas son esenciales para el funcionamiento del sitio, mientras que otras nos ayudan a mejorar el sitio web y también la experiencia del usuario (cookies de rastreo). Puedes decidir por ti mismo si quieres permitir el uso de las cookies. Ten en cuenta que si las rechazas, puede que no puedas usar todas las funcionalidades del sitio web.