
Una de las obras más grandes que se puede realizar en la tierra es abrir la Puerta del Cielo, por toda eternidad, a quienes están en el Purgatorio.
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Vamos a decir las verdades del barquero en esta travesía hacia el cielo: No podemos saber si las personas fallecidas que más queríamos en la tierra, como nuestros padres, conyugue, abuelos, hijos, amigos están en el purgatorio.
Creemos que ellos murieron en estado de gracia,
entretanto, la Iglesia nos enseña que la deuda contraída por los pecados debe ser sufragada, pues “nada impuro entrará [al cielo]”. (Apocalipsis 21:27).
San Alfonso María de Ligorio dice que el fuego del purgatorio es igual al del infierno, si bien que tiene un fin glorioso en el Cielo. No hay sufrimientos en la tierra comparables a los del Purgatorio.
Las almas que allí están no pueden ayudarse a sí mismas pero nosotros podemos hacerlo con buenas obras y oración para mitigar sus sufrimientos. “Sobre todo, con el santo sacrificio de la Misa”, nos enseña el santo Cura de Ars.
Por esta razón, todos los años S.O.S. familia ofrece, en el mes de noviembre, a sus colaboradores y simpatizantes las Misas que tres abnegados sacerdotes celebran diariamente. En total 90 misas por sus difuntos.
Estoy seguro, que Ud. querrá acogerse a esta gran obra de caridad y mejor aún, si Ud. manda a nuestros sacerdotes la lista de las personas que nominalmente desea incluir en dichas Misas.
Los sacerdotes no piden nada por este ministerio y la retribución que Ud. desee conceder, la han donado para las actividades benéficas de S.O.S. Familia.
aquí o por BIZUM: Donaciones/ONG/Código 01260 (No enviar a nuestro teléfono móvil).
