La devoción al Sagrado Corazón de Jesús, las apariciones y las aprobaciones de la Iglesia
 Origen e historia
La devoción al Sagrado Corazón de Jesús, tiene su raíz teológica en el propio Evangelio y fueron muchos los santos que la practicaron y predicaron. Entre tanto, es en los últimos siglos que ella alcanzó su mayor difusión y esplendor.
Notoriamente, la llama del fervor público se encendió en el mundo a partir de las revelaciones de Nuestro Señor a Santa Margarita María Alacoque, en su convento de Paray-le-Monial (Francia), entre los años 1673 y 1675, en que Él le entrega un Mensaje lleno de bondad que, se puede afirmar, se ha hecho cada vez más actual.
En la última aparición, abriendo el pecho e indicando su Sagrado Corazón, con una llama ardiente y circundado de espinas, le dijo:
“He aquí el corazón que tanto ha amado a los hombres y en cambio, de la mayor parte de ellos no recibe nada más que ingratitud, irreverencia y desprecio”.
Además, en mayo de 1673, nos dejó doce promesas para quienes seamos devotos de Su Divino Corazón Misericordioso.
Desde su inicio, la Compañía de Jesús fue sin duda la gran difusora y defensora de esta espiritualidad, pero posteriormente muchos institutos religiosos se sumaron a esta gran obra. Entre ellos, los salesianos que construyeron templos dedicados al Sagrado Corazón de Jesús en el mundo entero, la Congregación de los Sagrados Corazones, con la Obra de la Entronización del P. Mateo Crawley, y muchas otras instituciones religiosas.
Es asombroso el aliento que esta devoción ha tenido de parte de  los Papas y de los fieles, permaneciendo viva por más de tres siglos. Tres grandes Encíclicas, incontables documentos pontificios, actos públicos multitudinarios, consagraciones, templos, congregaciones e institutos de religiosos y religiosas, colegios, revistas, etc. a Él han sido dedicados.
Se puede afirmar que ninguna revelación privada ha tenido mayor aceptación por parte de la Iglesia que las recibidas por Santa Margarita María.