Pero, para que los electores tengan una opinión formada acerca de los diversos asuntos de interés público, en medio del torbellino de las ideologías y de las ambiciones que se entrechocan, así como de las sorpresas que se suceden en rápida cadencia, es necesaria una preparación de la opinión pública a largo plazo.

Esa preparación supone la existencia de instituciones privadas y públicas idóneas para estudiar los problemas y proponerles soluciones, bien como la difusión de éstas en gran escala, con el propósito de suscitar a tal respecto controversias esclarecedoras.

 Igualmente es necesaria, para la formación de la opinión nacional, la cooperación de los medios de comunicación social, que por su propia naturaleza, disponen de una peculiar influencia en la misión de informar y de formar las principales tendencias de opinión. Sea por el diálogo como por la polémica, los medios deben  mantener al público informado de la actuación y de los objetivos de las varias tendencias y propuestas.

La desinformación e irreflexión política del electorado es onerosa para el país por el costo terrible de limitar la autenticidad del régimen democrático representativo.

Hemos mostrado la importancia decisiva que los temas de la familia y la vida tienen en la actual coyuntura histórica de España y del mundo. Hoy no es admisible que los electores vayan a las urnas desinformados respecto a estos temas y de lo que piensan sus candidatos.

Como colaboración para sanear el problema de la desinformación de los electores sobre las materias de familia y vida, el lector encontrará tratadas de forma actualizada y sintética, en esta sección Todo sobre la familia, cada una de las cuestiones que más afectan y más se discuten al respecto.