Esta enfermedad,  producida por el virus VIH, tiene como efecto destruir un cierto tipo de células encargadas de la defensa del organismo frente a infecciones y otras patologías. "Se trata de la epidemia más devastadora que ha sufrido jamás la humanidad"[1]. Hasta el momento es incurable y se transmite principalmente por tres vías: 1.º Transfusiones de sangre e intercambio de jeringuillas, especialmente entre drogadictos; 2.º relación sexual; 3.º materno-filial.

Se distinguen los portadores de la infección, que puede demorarse hasta 10 años en manifestar los síntomas, y los enfermos que ya la padecen. Todos son capaces de transmitirla.

Según el informe anual ONUsida, publicado por las Naciones Unidas y la  Organización Mundial de la Salud (OMS), a finales del año 2002, existían 42 millones de personas infectadas de VIH. El mismo Informe estima que actualmente hay un incremento de más de 16.000 nuevos infectados por día. El ritmo de crecimiento de la epidemia es especialmente rápido en África Subsahariana, Europa del Este y Asia Central (China)[2].

El director ejecutivo de ONUsida, Peter Piot, afirmó que desde los años 80, cuando apareció la enfermedad, ya murieron 13 millones de personas de SIDA y que hasta el año 2010, podrán llegar a 100 millones en todo el mundo[3].

En España, se calcula que hay unas 130.000 personas portadoras de VHI y 50.000 ya han muerto por esta causa[4].  En 2002 se diagnosticaron 2.437 casos[5].

La medicina ha conseguido hasta ahora retardar la evolución clínica de los pacientes, pero se asiste a un incremento de nuevos afectados.

Desde el punto de vista moral, el SIDA intranquiliza toda vez que con frecuencia su transmisión va ligada a comportamientos reprobados como son el consumo de drogas, la conducta homosexual y la promiscuidad sexual.

La unanimidad de los científicos acepta que la abstinencia sexual y las relaciones monógamas con persona no infectada aseguran la no transmisión de la enfermedad[6].

En Estados Unidos, se ha fomentado con bastante éxito el combate al SIDA por medio de la promoción de cursos inculcando la abstinencia sexual hasta el matrimonio[7]. El Congreso americano aprobó por amplia mayoría un proyecto del presidente Bush destinando 50 millones de dólares al plan. "Si estamos apadrinando campañas contra los riesgos del tabaco y del alcohol, no veo por qué no podemos hacerlo contra los riesgos del sexo prematuro", argumento el senador Billy Tauzin, defensor de la iniciativa[8].

 

 

 

[1] "Véase el informe de la ONU: UNAIDS, en ", en El Sida - 100 cuestiones y respuestas... Centro Farmacéutico Nacional, febrero de 2002, p. 9.

[2] Cf. ABC, 27-11-2002.

[3] Cf. ABC, 8-7-2002..

[4] Cf. ABC, 5-7-2002.

[5] Cf. ABC y El País, 11-3-2003.

[6] Cf. El Sida - 100 cuestiones y respuestas... Centro Farmacéutico Nacional, febrero de 2002, pp. 18 y 21.

[7] Ver nota del Capítulo VI, 5, C, al respecto.

[8] Cf. El Mundo, 26-4-2002.