San Agustín:
Hay guerras que son justas. Son las que están destinadas a reprimir una acción culpable del adversario…. Sin embargo la guerra debe ser considerada como una solución extrema, a la que no se recurre sin haber antes reconocido la evidente imposibilidad de salvaguardar de otro modo la causa del derecho legítimo. En efecto, incluso siendo justa, la guerra determina tantos y tan graves males que no es posible resignarse a ella sino constreñido por un imperioso deber.
Santo Tomás de Aquino:
Condiciones que hacen legítimo en conciencia el recurso a la fuerza de las armas: 1º Que no sea emprendida por particulares… 2º Que la guerra esté motivada por una causa justa; es decir que se combata al adversario en razón de una falta proporcionada que haya realmente cometido... 3º Que la guerra sea conducida con recta intención…
San Buenaventura:
Para que la guerra sea lícita es causa suficiente la defensa de la patria, de la paz o de la Fe.1
1 Cf. Plinio Corrêa de Oliveira. Nobleza y elites tradicionales análogas. Editora Fernando III El Santo. Madrid. 1993. Pp. 320-321.