Desde que se introdujo el aborto en España, en 1985, se han cometido casi 2,4 millones de muertes.

     España es, proporcionalmente, el tercer país de la Unión Europea con más abortos, tras Francia y Alemania.

     Se está produciendo un trasvase de abortos quirúrgicos a abortos químicos.

     El aborto se ceba especialmente con la juventud y la inmigración: 3 de cada 5 adolescentes embarazadas lo practican y 1 de cada 3 inmigrantes gestantes aborta.

     El aborto es una de las causas del déficit de natalidad en España. Por ejemplo, en 2018 murieron 54.994 más personas de las que nacieron. 

     Es uno de los motivos del envejecimiento poblacional, con graves consecuencias económicas y sociales como:

  • Disminución de los ingresos en la Seguridad Social.
  • Riesgo de quiebra de las prestaciones sociales.

     Se ha establecido un inescrupuloso negocio con la vida de seres humanos, que mueve más de 60 millones de euros al año, con 211 centros abortivos. Cf. Informe "El aborto en España 35 años después (1985-2020)”. Instituto de Política Familiar.

     Recordemos que cada aborto es “un crimen abominable”  y quien lo produce incurre en excomunión, según la enseñanza de la Iglesia.