"El hombre es capaz de producir en laboratorio otro hombre que por tanto no es ya don de Dios o de la naturaleza. Se puede fabricar y, lo mismo que se fabrica, se puede destruir. Si este es el poder del hombre, entonces se está convirtiendo en una amenaza más peligrosa que las armas de destrucción masiva".

(Debate en el Centro de Orientación Política de Roma. Octubre 2004).