El 9 de julio de 2005 entró en vigor una de las más radicales leyes de divorcio del mundo, llamada de "divorcio express": a los tres meses ya se puede romper el matrimonio y repudiar al cónyuge y su tramitación es sumarísima. No es necesaria la separación previa y basta que uno de los cónyuges no desee continuar casado para solicitar el divorcio, sin necesidad de alegar motivo, sin que el otro o un juez puedan oponerse.

 

 

[1] Cf. El País, 22-11-2001.