"En el momento actual, en España, un sector de la industria biotecnológica y diversos grupos de opinión están promoviendo una campaña a favor de la clonación denominada terapéutica y la derogación de las trabas legales para investigar con células madre de embriones humanos sobrantes de la fecundación artificial. Se está confundiendo a la opinión pública, creando falsas expectativas, y se está jugando con los sentimientos y las necesidades de los enfermos.

"Los que esto hacen están, sin duda, condicionados por fuertes intereses ideológicos y económicos [...].

Por muy noble que sea el fin perseguido, es inaceptable moralmente la producción, manipulación y destrucción de embriones humanos. [...].

Hay, sin embargo, otras alternativas moralmente lícitas, como la utilización de células madre procedentes de organismos adultos para lograr los mismos fines que se pretenden alcanzar con las células madre embrionarias. Esta es la vía más razonable y humana que se ha de seguir para un verdadero progreso en este nuevo campo que se abre a la investigación, y que ofrece una gran esperanza para muchas personas enfermas"[1].

El secretario de Estado de Política Científica, del anterior Gobierno, Pedro Morenés, se manifestó contrario a la investigación con células madre embrionarias[2].

Mientras tanto, contrariamente a éste, al Convenio de Oviedo, que España ratificó, y a la posición tomada por nuestro país en la ONU, en el año 2002, los diarios informaron que la entonces ministro de Sanidad, Ana Pastor, "anunció que su Departamento estudiará la posibilidad de modificar la legislación con el fin de que se puedan llevar a cabo investigaciones con células madre embrionarias"[3].

También el Comité Asesor de Ética de la Investigación Científica y Técnica, del Ministerio de Ciencia y Tecnología, emitió un informe afirmando que la investigación con células madre embrionarias exige una reforma legal. Según el diario ABC, el mismo informe expresa "un rechazo total a la clonación con fines terapéuticos"[4]. Sin embargo, dicho comité "no ve ningún problema en que los científicos españoles investiguen ahora mismo con las líneas de células madre ya establecidas en cultivo, pero aconseja reformar la ley para permitir derivar nuevas células de los embriones sobrantes"[5]. Se trata de usar éstos como conejillos de indias para experimentos, lo que es inaceptable.

Ante la emisión de este informe, el entonces ministro de Ciencia y Tecnología, Josep Piqué,  declaró: "Pido un poco de paciencia. Es una cuestión tan controvertida y que forma parte del debate internacional, del debate científico desde hace muchísimos años, que no se le puede pedir al Gobierno que de un día para otro tome una resolución"[6].

En vista de estas presiones, y para evitar definitivamente que España se precipite en el abismo de la clonación humana, la Asociación Profesionales por la Ética y varias otras entidades, están solicitando una reforma en el Código Penal para que se cierre el paso a los delitos de manipulación genética, que estimamos indispensable.

De otro lado, más de mil doscientos científicos reunidos en torno a la Agrupación Hay Alternativas  han denunciado ante el Gobierno español el proyecto de la Junta de Andalucía de permitir la investigación con embriones humanos[7].

 

 

[1] Alfa y Omega, 2-1-2003.

[2] ABC, 25-9-2002.

[3] ABC, 15-11-2002.

[4] 6-3-2003.

[5] El País, 6-3-2003.

[6] El País, 6-3-2003.

[7] Cf. Zenit, 6-2-2003.

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