Respecto a las acogidas de menores, un 65 por ciento de ellas las realizan parientes cercanos --abuelos o tíos-- y el resto las hacen instituciones[1].

En cuanto a las adopciones, son alrededor de 900 al año las de niños españoles. Habiendo aumentado las de extranjeros de 942 en 1997, a 3.426 en 2001. O sea, un 264 por ciento[2].

A juzgar por lo que acontece en Madrid, es mucho mayor la demanda de adopción que el número de niños en situación de ser adoptados, incluso extranjeros. Así, la Comunidad de Madrid debió suspender en 1999 las inscripciones para adoptar y sólo estima reabrirlas en 2003. Eso hace que un tercio de las parejas que pasan tres años en lista de espera terminan renunciando a adoptar[3].

 

 

 

[1] Cf. El Mundo, 25-6-2002.

[2]  Cf. ABC, 23-5-2002 y El Mundo, 23-5-2002.

[3] Cf. ABC, 30-6-2002.