• Se defiende el derecho a la "interrupción del embarazo". Eufemismo que insinúa que se trataría sólo de una práctica médica inocua y no el asesinato de un hijo, ser humano inocente.
  • Se habla de "aborto terapéutico". La palabra "terapia" se refiere a curación, tratamiento. Se propone entonces el remedio de alguna enfermedad de la madre por la extracción y consecuente muerte del hijo. Es la cura de una persona por el asesinato de otra. Equivale a la aplicación del inicuo principio de que el fin justifica los medios.
  • El "aborto eugenésico" es otra de las pretendidas justificaciones, alegándose que es mejor liquidar el nuevo ser que no tendrá posibilidades de sobrevivir al parto o que será defectuoso para toda la vida. Esta argumentación no sólo abre las puertas a otros tipos de aborto, sino que equivale a aceptar la eutanasia y la eugenesia que, como veremos en partes con ese título, son totalmente injustificadas e inmorales. Sólo adelantamos aquí que el derecho a la vida es tan fundamental, que tiene preferencia sobre otros derechos de la madre y del hombre en general.
  • "El derecho de la mujer a disponer de su propio cuerpo", es otro de los "principios" alegados. Es verdad que el hombre tiene derecho a disponer rectamente de su cuerpo y incluso el deber de cuidarlo. Pero el derecho de la madre a su cuerpo no se extiende al de otra criatura humana, como es el ser que se desarrolla en su seno. El hijo tiene también derecho a su cuerpo y a su vida y nadie puede atentar contra él, mucho menos su propia madre.
  • "Se trata de una decisión personal, tomada en la intimidad de la conciencia de la madre".  Este sofisma no tiene cabida, porque el aborto atenta contra el derecho de un tercero. ¿Qué crimen no se llegaría a justificar así, diciendo que se trata de una resolución tomada en conciencia?
  • "Hijo indeseado". ¿Se tiene el derecho a matar una persona sólo por ser indeseada?
  • "No se puede obligar a una mujer a llevar adelante un embarazo de un niño fruto de violación". Vengar en el niño inocente el delito cometido por el progenitor es no sólo una injusticia clamorosa, sino un crimen de mayor gravedad que la propia violación. Si no existe condena a muerte para el nefasto crimen de violación, ¿se puede aplicar la pena capital al niño inocente consecuencia de esa violación?
  • "¿No es mejor legalizar el aborto para impedir que éste se realice en clínicas clandestinas, con riesgo de vida para la madre?"
    No. No se tiene derecho a legalizar el crimen con el argumento de evitar riesgos para quien lo comete.
    Además, el argumento parte de una premisa equivocada, la de que el número de abortos clandestinos disminuirá si el aborto es legalizado. Las estadísticas muestran que en los países donde el aborto fue legalizado, no sólo la práctica del aborto legal aumentó progresivamente, sino que tampoco disminuyó la incidencia de abortos clandestinos[1].
    El interesante estudio del Dr. Thomas Hilgers, Induced Abortion: a Documented Report[2], demuestra que el índice de abortos clandestinos permaneció inalterado en ocho países europeos, aún después de la legalización del aborto.
    Esto no sorprende, pues las mismas razones psicológicas que a llevan una persona a buscar la clandestinidad para abortar muchas veces subsisten, independientemente del aborto ser legal o no. Por ejemplo, cuando se trata de esconder un embarazo.
  • "¿No será un mal menor no nacer, para un hijo de madre soltera o muy pobre?"
    No se puede decidir la suerte de la vida de otro basándose en la adivinación de cómo será el futuro de ese otro. ¿Por qué no recurrir, por ejemplo, a la adopción? ¿No será posible ayudar a esa madre a contraer matrimonio o a formar un hogar donde haya condiciones para educar y resolver la situación de ese hijo?
    El mal mayor siempre será el aborto, no sólo para el hijo que es exterminado, sino para la madre que sufrirá las secuelas físicas, psicológicas y morales del acto irreparable que cometió.
  • "¿No será, entonces, mejor promover los métodos artificiales de control de la natalidad, para evitar tantos males que el aborto trae consigo?
    La mentalidad anticonceptiva, entre otras cosas, destruye el deseo de tener hijos. En consecuencia, cuando los métodos anticonceptivos fallan, las personas frecuentemente van a buscar el aborto como "solución".
    Por el contrario, quien no practica la anticoncepción, en general rechaza el aborto. La contracepción, lejos de eliminar el aborto, le abre las puertas.
    Una vez inculcada la idea antinatalista y la predisposición de evitar los hijos, del uso de los métodos anticonceptivos fácilmente se pasa a los abortivos, si los primeros no dan resultados.
    Es elocuente e irrefutable la declaración de Malcolm Potts, ex director del International Parenthood Federation, entidad que financia los movimientos abortistas y de control de la natalidad en el mundo entero:
  • "A medida que las personas adoptan métodos contraceptivos, aumenta y no disminuye el número de abortos"[3].
    Contra hechos no hay argumentos: nunca en España --y en el mundo-- se empleó más la contracepción química, los preservativos, el DIU y la esterilización, y el número de abortos no dejó de aumentar, como vimos en el inicio de esta sección.
  • Terminamos este apartado con una pregunta adicional, por más que duela, pero que es un imperativo de honestidad intelectual ver de frente: el padre o la madre que están dispuestos a matar al hijo que va nacer, ¿qué grado de amor tienen al hijo que efectivamente nació?

 

 

 


[1] Cf. American Journal of Public Healt, núm. 1967; British Medical Journal, May 1970-1972.