En cinco años, por otro lado, se ha triplicado el uso de la píldora abortiva llamada del día después.

Estos hechos llevaron a Mons. Francisco Gil Hellín, Arzobispo de Burgos, a comentar: "Los horrores del nazismo y del estalinismo no están lejos de una civilización que se autocalifica y presume de progresista y democrática".

Bajo el pretexto de evitar abortos, se intensifican las campañas masivas de educación sexual y de distribución de anticonceptivos y preservativos. El resultado es que no sólo no disminuyen los abortos sino que aumenta la promiscuidad sexual, baja la edad de inicio de las relaciones sexuales entre los adolescentes, a tal punto que el propio Ministerio de Sanidad reconoce un inquietante progreso de las enfermedades sexuales.

  • ¿Cuál es la solución que propone?
  • Más preservativos, más anticonceptivos, más píldoras abortivas. Todo menos educar para la castidad, para la fidelidad y para la procreación dentro del matrimonio, que hicieron grande nuestra civilización.