La revelación por parte del Arzobispo de Río de Janeiro, Cardenal Eusebio Scheid y de los movimientos por la vida, de que la candidata, aliada del presidente Lula, tenía como proyecto despenalizar el aborto en Brasil.

Las encuestas "a boca de urna" la daban por victoriosa. Entretanto sólo obtuvo el 37,54% de los votos, contra 45,86% de su contrincante, el conservador Francisco Dornelles.