¿Qué fuerza política, sindicato, medio de comunicación o club deportivo es capaz de movilizar - no digamos esa cantidad - sino el 1% del público católico?

¿Cómo es posible, entonces, que las minorías anti-religiosas, anti-familia y anti-vida impongan sus leyes y conductas al país, sino es por un adormecimiento de los católicos?