La crisis de los opiáceos en Estados Unidos parece no tener fin. De hecho, cada vez se agrava más. Las cifras de 2016 son escalofriantes: murieron más estadounidenses por sobredosis de drogas en un sólo año que en toda la guerra de Vietnam: 64.070 fallecidos; más de un centenar de personas cada día.
Según el Instituto Nacional de Estadísticas en el primer semestre de 2017, el número de nacimientos fue 187.703. Un 6,3% menor que en igual período de 206. Las defunciones fueron 219.835, un aumento de 4,5%.
El crecimiento vegetativo de la población presenta un saldo negativo de 32.132 personas durante la primera mitad del año.
El número de matrimonios disminuyó un 6,2% respecto al mismo periodo de 2016.
Un exhaustivo estudio realizado por la Sociedad para la Protección del Niño por Nacer, del Reino Unido, que recoge trabajos científicos realizados a nivel mundial y lleva como título El aborto y la salud de las mujeres, llega las siguientes conclusiones:
- «El suicidio es alrededor de seis veces mayor tras el aborto que tras dar a luz».
- Las mujeres que abortan, además, se ven expuestas a un «dolor significativo» tres años después del aborto, así como a un 30% de incremento de riesgo de depresión y 25% de riesgo de mayor ansiedad.
- «las mujeres que han tenido abortos experimentan desórdenes de salud mental 30% más a menudo, comparado a las mujeres que no han tenido un aborto».
Según el Ministerio de Sanidad, en 2016 se practicaron 93.131 abortos en España.
Un detalle tremendo: el 89,67% de los casos se explican cómo “a petición de la mujer”.
El 6,38% se debe a “grave riesgo para la vida o salud de la madre”, el 3,61% por “riesgo de graves anomalías en el feto” y el 0,34% a causa de “anomalías fetales incompatibles con la vida”.
Desde 1985 las víctimas oficialmente reconocidas del aborto suman más de 2 millones de niños. No incluidos los abortos químicos.
