Un millón y medio de empresa familiares en España generan las dos terceras partes del Producto Interno Bruto y el 80 por ciento de los empleos privados.

Una de las ventajas de la empresa familiar es que la sucesión de los directores no se da por cortes ni cambios bruscos, sino por un proceso de relaciones de convivencia intergeneracional prolongada en el tiempo. La natural comunicación interfamiliar facilita también resolver los asuntos conflictivos y las diferencias.