Ciertos videojuegos se han transformado en otra fuente de destrucción de la inocencia. El videojuego líder de ventas en España en 2004, y uno de los más vendidos del mundo, "GTA San Andreas", despertó una gran polémica  por su violencia indiscriminada, lenguaje obseno y consumo de drogas. Además, fue descubierto que ocultaba un "minijuego" de contenido pornográfico. Después de las denuncias, Estados Unidos y Australia cambiaron su clasificación a "sólo adultos" y grandes almacenes norteamericanos han retirado el título de sus estantes[1].

Es de notar que uno de cada cuatro adolescentes españoles usa videojuegos a diario[2]. El 58 por ciento de los jóvenes de entre 14 y 18 años participan de videojuegos, según un estudio de la Fundación Ayuda contra la Drogadicción y el Instituto de la Juventud[3]. De todas las edades, suman 8 millones y medio los jugadores en España, que dedican entre una y cuatro horas a la semana para esto[4].

Después de numerosas quejas, todos los videojuegos que se comercializan en la Unión Europea pasaron a ser clasificados por edades, a partir de abril de 2003.

Los que no contengan escenas de sexo y violencia serán considerados aptos para mayores de tres años. Las categorías siguientes serán para mayores de 7, 12, 16 y 18 años[5]. Es un paso, pero evidentemente no basta una simple clasificación para evitar que los niños tengan acceso a los juegos que contengan erotismo.

 

 

 

[1]  Cf. ABC, 3-8-2005.

[2] Cf. ABC, 26-6-2002.

[3] Cf. MH, 30-11 a 6-12-2002.

[4]  Cf. ABC, 9-2-2005.

[5] Cf. ABC, 8-1-2003.